El trasplante capilar y la restauración capilar son términos que a menudo se utilizan indistintamente, pero tienen diferencias significativas.
El trasplante capilar es un procedimiento quirúrgico en el que se extraen folículos pilosos de una zona donante y se trasplantan en las áreas receptoras donde hay pérdida de cabello o adelgazamiento. El objetivo principal del trasplante capilar es restablecer el crecimiento de cabello en las zonas afectadas y mejorar la apariencia estética del paciente. Este procedimiento se realiza bajo anestesia local y puede implicar diferentes técnicas, como la técnica FUE o la técnica FUT.
Por otro lado, la restauración capilar es un término más amplio que abarca una variedad de tratamientos y técnicas utilizadas para tratar la pérdida de cabello y mejorar la densidad capilar.
La restauración capilar puede ser una opción para aquellos que aún no son candidatos para un trasplante capilar debido a la falta de suficiente cabello donante o a la etapa temprana de la pérdida de cabello.