Durante el embarazo, muchas mujeres notan que el pelo se vuelve más fuerte, brillante y abundante. Sin embargo, otras muchas notan todo lo contrario. Y es que, por si no lo sabes, la caída capilar durante esta etapa es bastante común y, en la mayoría de los casos, no debe ser motivo de preocupación.
El embarazo conlleva grandes cambios en el cuerpo de la mujer. Uno de ellos es el aumento de ciertas hormonas, sobre todo de los estrógenos, también conocidos como “hormonas femeninas”.
Pues bien, el aumento de estas suele provocar que el cabello crezca con más vigor y tenga un aspecto más sano y denso. Esto se debe a que menos folículos capilares entran en la fase telógena (fase de reposo), lo que reduce la caída natural del pelo.
Tras el parto, los niveles hormonales vuelven a la normalidad y todo ese cabello que se había “retenido” tiende a caer al mismo tiempo. Este fenómeno es muy habitual y se conoce como caída capilar posparto.
Sin embargo, en algunos casos, la pérdida de cabello se produce durante el propio embarazo. Cuando esto ocurre, se debe a que un alto porcentaje de folículos entran en fase de reposo a la vez. Es lo que se conoce como efluvio telógeno.
Es importante subrayar que la caída de cabello durante el embarazo no siempre se debe a las hormonas. Y es que existen otros muchos factores que pueden desencadenar una pérdida capilar durante el periodo de gestación.
Razones de la caída del cabello durante el embarazo
Hormonas
Aunque la caída intensa de cabello durante el embarazo no es muy frecuente, que ocurra no tiene por qué ser consecuencia de ningún problema grave.
Son varios los estudios que apuntan a la progesterona, una hormona producida por el cuerpo lúteo, como culpable de este fenómeno. Al parecer, la progesterona trabaja junto a los estrógenos para regular el embarazo, y es precisamente esta interacción la que se ha demostrado puede afectar tanto la calidad como el crecimiento del cabello.
Por ejemplo, si el pelo de la gestante suele estar seco, es posible que durante el embarazo se vuelva aún más frágil y quebradizo.
Además, también se ha probado que las hormonas pueden provocar que los ciclos de crecimiento capilar se sincronicen, provocando una caída simultánea de muchos cabellos.
Anticonceptivos
Otro factor que puede estar relacionado con la caída del cabello durante el embarazo es haber dejado la píldora anticonceptiva recientemente.
Muchas mujeres que han dejado de tomarla y se quedan embarazadas al poco tiempo experimentan una pérdida de cabello notable.
Esto se debe a que la píldora mantiene artificialmente elevados los niveles de estrógeno y, al dejar de tomarla, aunque se esté embarazada, los niveles hormonales suelen ser más bajos que cuando se estaba tomando, lo que afecta al ciclo capilar y puede desencadenar la caída.
Déficit de hierro
Una de las causas más habituales que están detrás de la caída capilar durante el embarazo es la falta de hierro.
Durante esta etapa, el bebé en gestación consume grandes cantidades de hierro, por lo que las necesidades del cuerpo aumentan hasta un 60 %. Si no se cubren correctamente, el organismo prioriza las funciones vitales y deja de invertir energía en procesos no esenciales como el crecimiento del cabello.
Otros síntomas de falta de hierro son la piel pálida, cansancio constante, nerviosismo o irritabilidad. Si sospechas que puedes tener anemia por falta de hierro, lo mejor es acudir al médico para hacer una analítica.
Por lo general, esta carencia aparece en las embarazadas durante el segundo trimestre del embarazo.
Es importante que sepas que el estrés también puede influir en la caída capilar durante la gestión. Muchas futuras madres, sobre todo durante su primer embarazo, se someten a una gran presión emocional. Esta puede afectar negativamente al crecimiento del cabello e incluso provocar caída difusa, con o sin embarazo de por medio.
Cuidados del cabello durante el embarazo
El cuidado diario del cabello, como no puede ser de otra manera, también influye en su salud.
Si bien no es necesario cambiar los productos habituales, como champús o acondicionadores, durante el embarazo, hay más dudas sobre si el tinte capilar puede tener consecuencias sobre las madres gestantes.
A día de hoy, no existe evidencia científica sólida que demuestre que teñirse el pelo durante el embarazo afecte al feto. Aun así, muchos profesionales sanitarios recomiendan evitarlo, sobre todo en el primer trimestre. Si no quieres renunciar a teñirte, puedes optar por tintes naturales o productos sin amoníaco.
Lo habitual es que, tras el parto, el cabello vuelva a su ritmo de crecimiento normal y los pelos caídos se regeneren con el tiempo. Sin embargo, si esto no sucede, es probable que se deba a que el embarazo ha acentuado una condición previa de pérdida capilar, como, por ejemplo, la alopecia androgenética femenina o la alopecia areata.
También es posible que este haya revelado problemas capilares subyacentes que antes pasaban desapercibidos. En estos casos, un injerto capilar puede ser una opción eficaz para recuperar la densidad. Eso sí, ningún especialista serio recomendará una intervención de trasplante de pelo sin haber estudiado antes el origen exacto de la caída.
El Dr. Levent Acar y su equipo están disponibles para resolver cualquier duda que tengas sobre este tema. Puedes solicitar una consulta gratuita y sin compromiso cuando quieras.
FAQ - Preguntas frecuentes
Sí, en algunas mujeres puede ocurrir. A menudo suele estar relacionado con los cambios hormonales y normalmente se resuelve tras el parto.
Existen diferentes factores que pueden provocar la caída capilar durante la gestación como los cambios hormonales, el haber dejado reciente de tomar anticonceptivos, el déficit de hierro, el estrés y la presencia de problemas capilares preexistentes a la gestación que ven la luz durante em embarazo.
Hormonas como el estrógeno y la progesterona regulan los ciclos de crecimiento del cabello. Su interacción puede estimular el crecimiento o provocar una caída temporal anormal.
Sí, es una causa común de pérdida capilar durante el embarazo. Esto se debe a que el cuerpo necesita más hierro durante la gestación y, si no se aporta suficiente, el cabello puede debilitarse o caerse.
Por lo general, no hace falta modificar la rutina capilar habitual, aunque se aconseja evitar teñirse el pelo durante el primer trimestre. La caída suele remitir después del parto, por lo que si esta persiste, lo mejor es consultar a un especialista.