Zona donante injerto capilar: cuidados y evolución 

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Cosmedica
Somos un equipo internacional dedicado a ofrecer los mejores cuidados para el trasplante capilar. Nuestro objetivo es informar y educar a personas de todo el mundo sobre la caída del cabello y sus tratamientos.
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Cuando se habla de injerto capilar, casi todo el mundo piensa únicamente en aquellas calvas o zonas poco pobladas que se necesita repoblar.

Pero lo cierto es que la zona donante injerto capilar es igual de importante, si no más. Es justo allí donde empieza todo: la fuente del nuevo cabello.

Saber cómo se comporta, qué cuidados necesita y qué esperar tras la intervención te permitirá conocer mejor a lo que te enfrentas y tus opciones reales de recuperar el pelo perdido.

¿Qué es exactamente la zona donante de un injerto capilar?

La zona donante del paciente es esa parte del cuero cabelludo que conserva cabello resistente, incluso frente a la alopecia.

Suele estar situada en la nuca o en los laterales, las dos áreas capilares donde los folículos pilosos son más estables.

De ahí se extraen las unidades foliculares que luego se colocan en la zona receptora. Es, pues, fundamental, contar con cabellos sanos para poder someterse a un injerto de pelo.

¿Qué hace que una zona sea apta para donar folículos?

Que haya pelo es una condición ineludible, pero no la única. De ahí que se necesite un análisis previo de esta zona para confirmar:

  • Que el paciente tiene una densidad suficiente de cabello.
  • Que los folículos están sanos y fuertes.
  • Que la piel de esta zona se encuentre en buen estado, sin infecciones ni alteraciones.
  • Que esta muestra signos evidentes de poder regenerarse tras la extracción de los folículos pilosos.

En aquellos casos donde la densidad es baja —lo que se conoce como una donante pobre—, el cirujano puede valorar otras estrategias para obtener un resultado equilibrado.

La tasa de éxito, eso sí, se reduce significativamente, aunque no sea imposible repoblar las áreas afectadas.

¿Qué ocurre con el cabello después de la extracción?

Diagrama de extracción de unidades foliculares del área donante y del área receptora.

Es habitual que, al principio, aparezcan pequeñas costras o zonas enrojecidas tras la intervención.

Con el paso de los días, estas señales desaparecen y la piel se va recuperando hasta volver a la normalidad.

Si la extracción ha sido precisa se conseguirá sin problemas que el pelo vuelva a crecer con normalidad y al ritmo que lo hacía previamente.

En clínicas como Cosmedica, donde se utiliza la técnica DHI Sapphire para tratar la caída del cabello, este proceso es especialmente cuidadoso al realizarse unas incisiones tan mínimas que la curación es más rápida y discreta. De ahí la importancia de ponerse en buenas manos.

¿La zona donante vuelve a crecer como antes del injerto capilar?

No del todo, pero casi. Si la extracción se hace con criterio, respetando la cantidad de folículos que se pueden tomar sin comprometer la densidad, la zona donante injerto capilar se recupera muy bien hasta recuperar un aspecto casi igual que el que se tenía antes de la intervención.

Lo fundamental en este caso es evitar el exceso de extracciones. Y es que, cuando se extraen más unidades de las que la zona tolera, se corre el riesgo de que el área donante se quede con menos cabello y se aprecien zonas poco pobladas.

El uso de herramientas de última generación, como lo son el bisturí de zafiro y el implanter pen permiten conseguir un mínimo impacto y, por tanto, reducir exponencialmente las opciones de alterar el aspecto de la zona donante.

¿Qué cuidados necesita la zona donante en los primeros días?

Las primeras horas tras la intervención quirúrgica son las más delicadas. Es por eso por lo que el doctor realiza una visita al paciente a las 24 horas de la operación y se detallan las pautas a seguir durante las primeras semanas para no comprometer el resultado como:

  1. No rascarse o frotar el área receptora y la zona donante.
  2. Dormir con la cabeza ligeramente elevada.
  3. Lavar el cabello de la zona donante y receptora con productos suaves, tal como se te indique en la clínica de trasplante de pelo.
  4. Proteger cualquier unidad folicular del sol directo.
  5. No hacer ejercicio intenso durante los primeros días.

Siguiendo todas estas pautas, además de acelerarse la cicatrización, se evita comprometer la regeneración del cabello.

¿Puede dañarse permanentemente la zona donante?

Es raro, pero puede ocurrir si no se respetan los límites a la hora de extraer los folículos capilares, puesto que una extracción excesiva puede dejar zonas despobladas de forma definitiva.

De ahí la importancia de planificar el trasplante capilar a fondo, partiendo de un minucioso estudio previo tanto la zona receptora como la donante.

El equilibrio entre lo que se quita y lo que se pone es la clave para que el resultado final sea natural y duradero.

¿Qué se puede hacer si no hay suficiente zona donante?

Cuando el paciente tiene una área donante insuficiente, el equipo médico que le atiende tiene que valorar diferentes alternativas:

  • Reducir el número total de folículos a implantar.
  • Reforzar el tratamiento con cuidados capilares o farmacológicos.
  • Tomar folículos de otras partes del cuerpo, como por ejemplo los de las piernas, si es viable.
  • Priorizar zonas más visibles para lograr un efecto estético óptimo.

Cada caso se debe valorar de forma individual, ya que no hay dos pacientes iguales, ni dos áreas donantes con la misma capacidad.

¿Cómo evoluciona la zona donante con el tiempo?

Parte posterior de la cabeza de un hombre

Durante el primer mes, la piel empieza a recuperar su aspecto habitual. Hacia el tercer mes, el pelo vuelve a crecer y camufla casi por completo la intervención. Al cabo de un año, en la mayoría de los casos, esta conserva el aspecto previo a la intervención.

En la web de Cosmedica puedes ver ejemplos reales de antes y después de trasplante capilar que muestran cómo se recupera esa zona.

¿Qué hace que la zona donante se recupere bien?

No hay trucos milagrosos, pero sí cosas que ayudan —y mucho—. Lo primero es cómo se hace la extracción: si se utiliza una técnica precisa como la FUE o la DHI Sapphire, el impacto sobre la piel es menor y eso se nota en la recuperación.

Pero no todo depende de la técnica. El profesional que realiza el injerto debe conocer bien los límites de esa zona y no pedirle más de lo que puede dar.

También de la actitud del paciente, ya que una vez finalizado el procedimiento, este debe seguir pautas esenciales para el cuidado del área donante, tales como:

  • Mantener las zonas intervenidas, limpias y sin fricciones.
  • Acudir a las revisiones pautadas, aunque todo parezca ir bien.
  • Respetar las recomendaciones del equipo médico y no tomar decisiones sin consultarle, en ningún caso.

Y lo más importante, si se está pensando en someterse a un trasplante capilar en Turquía, confiar en manos expertas como las de los profesionales que conforman Cosmedica.

Una clínica especializada en injertos de pelo reconocida a nivel internacional donde cada intervención se adapta al paciente, teniendo en cuenta tanto la zona a repoblar como la calidad de la zona donante. Todo se planifica con cabeza, para que el resultado funcione a corto y largo plazo.

Y todo ello con un coste notablemente inferior al que suele ser habitual en España. Dicho esto, puedes revisar el precio trasplante capilar Turquía en su web y plantear todas tus dudas a su equipo médico. Porque cuando se trata de salud— la capilar no lo es menos— todo cuidado es poco.